«Solsticio etimológicamente viene del latín “solis statio”, lo que puede traducirse como sol parado o detenido. Este fenómeno se produce dos veces al año, el 21 de junio y el 21 de diciembre, tiempo en que el sol alcanza casi la misma altura meridiana sobre el horizonte, en su aparente detención.
El solsticio de verano como elemento simbólico está asociado a la cosecha, la abundancia y la fertilidad. Asimismo, el sol está asociado con el renacimiento y la esperanza.
Para las masonas y masones es un tiempo de transformación en que pareciera que el sol se detiene para hacer un alto en sus actividades o su trabajo con el pensamiento de que después regresará a sus labores con más energía y disposición para superar los desafíos que se presenten.
Celebrar los solsticios es muy importante para quien es parte de la masonería. En esta época se dan cambios en las Logias y cada una lo celebra a su manera, aunque pueden haber «tenidas blancas» para las sesiones públicas a las que pueden asistir los miembros de la familia. También hay grandes sesiones cerradas o «rituales» donde solo pueden asistir los miembros.» (Recuperado de www.granlogia.cl)
En ese sentido, el día 22 de junio, las Hermanas del Gran Oriente de Colima, encabezadas por su Gran Maestra, Ma. de la Luz Silva García, celebraron el solsticio de verano como lo marcan nuestros usos y costumbres.
